Si queremos gozar de una adultez plena y hacer que triunfe nuestra experiencia, debemos tomar decisiones desde ahora para ser personas positivas y felices en cualquier etapa de nuestra vida.

Joe Biden ofrece un ejemplo contemporáneo de cómo la experiencia puede triunfar sobre el entusiasmo y la juventud en las instituciones .

A sus 80 años de edad, el presidente de los Estados Unidos, desempeña uno de los puestos de trabajo más demandantes del mundo con una vitalidad que muchos podríamos envidiar, salvo la obvias críticas que pueden hacer sus adversarios, dentro como fuera de su partido.

Biden es el político que con mayor edad ha llegado a la Presidencia de ese país. El anterior fue Donald Trump, que asumió el cargo con 70 años, muy lejos de John F. Kennedy, que ganó la elección a los 43 años, o Theodore Roosevelt, que ocupó el cargo por primera vez a los 42.

El presidente demócrata convive con un pueblo estadounidense que en promedio tiene 38 años de edad, es decir, debe saber comunicarse y decidir en asuntos que le importan a gente mucho más joven que él.

Da órdenes, coordina, discute y crea políticas con colaboradores que pueden tener 50 años menos.

Pete Buttigieg, secretario de Transporte de Estados Unidos, forma parte de su gabinete con sólo 41 años de edad. Con la mitad de sus años de experiencia, es otro de los posibles candidatos a la Presidencia por el Partido Demócrata, si no va Biden.

Es una realidad que pasa en todos los ámbitos de nuestra vida actual. Hoy, los seres humanos vivimos más años y es común que personas de mucha edad no sólo sean capaces de desempeñar diversos puestos, sino que lo hacen con mucha energía,  jovialidad y empatía con las nuevas generaciones.

Pero no todos los adultos mayores, ni los jóvenes, tienen la sabiduría de entender estas diferencias y encarar la edad positivamente.

Esto presenta retos particulares que debemos considerar desde nuestra juventud.

Un estudio de Harvard revela claramente que tener relaciones positivas y significativas a lo largo de la vida nos da mayor longevidad, con mejor salud física y mental.

Es decir, podemos llegar a los 80 años con la vitalidad y lucidez de un Biden, un Clint Eastwood, un De Niro y, por qué no, la de un Chabelo.

El secreto está en cultivar una vida sana, activa físicamente, rodeados de amistades positivas y con significado.

Debemos empezar por rodearnos de gente que sabe apreciar nuestra compañía, habilidades y esfuerzos; de personas de las que podamos aprender o que realizan actividades que le hacen bien a los demás.

Además, nunca debemos dejar de lado el proyectar una visión de largo plazo de nuestra propia vida. Si ya llegué a la medianía de edad y alcancé mis metas, ¿ahora qué sigue?: ponernos nuevas metas, así sea “no hacer nada”.

Pero si no logré mis metas, es buen momento para replantearse si lo seguiremos intentando o buscamos un nuevo sentido al resto de nuestra vida.

Un caso emblemático es el Coronel Sanders, que no fue sino hasta los 60 años de edad que fundó las franquicias Kentucky Fried Chicken (KFC), luego de ser uno de los cocineros más famosos de su país.

Te puedo recomendar, desde una visión de bienestar, un enfoque de fortalezas para enfrentar este reto. ¿Para qué soy buena?, así sea una sola tu fortaleza, las posibilidades de aprovecharlas son infinitas.

Es algo hacia donde deben voltear las organizaciones. Una mayor experiencia ofrece muchos beneficios para los equipos de trabajo, como conocimiento y madurez emocional, lo cual es de gran utilidad en las actividades diarias, pero especialmente en los momentos de crisis.

Recordemos, por ejemplo, que uno de los factores protectores de riesgos de salud mental durante el confinamiento por el Covid-19 fue la edad. Entre más años tenían las personas, presentaron menor riesgo de depresión y ansiedad en la pandemia.

Algunos países ya han aumentado la edad de jubilación, mientras que otros están por hacerlo. Independientemente de las decisiones legales que tome el Estado, esto nos afecta a ti y a mi.

Si queremos gozar de una adultez plena y hacer que triunfe nuestra experiencia, debemos tomar decisiones desde ahora para ser personas positivas y felices en cualquier etapa de nuestra vida.


Contacto:

Rosalinda Ballesteros, directora del Instituto de Ciencias del Bienestar y la Felicidad de Universidad Tecmilenio.*

Facebook: @icfelicidad

Linkedln: @icfelicidad

Twitter:_wellbeing360

Mail: bienestaryfelicidad@servicios.tecmilenio.mx

Artículo publicado en Forbes

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