La situación actual nos ha llevado a replantear muchas cosas entre otras la manera como ejercemos el liderazgo. No es lo mismo liderar en época de paz, en escenarios conocidos y estables que liderar en época de guerra, en escenarios inestables y, en cierto sentido, desconocidos. El líder se da cuenta de que lo que funcionaba ya no funciona. Tiene que reinventarse necesariamente. Este escenario plantea grandes retos pero también grandes oportunidades de fortalecer al equipo en todo sentido y fortalecerse en sí mismo como líder. En este blog hablaremos sobre cómo ejercer el liderazgo pospandemia.
Veamos en detalle los principales dilemas que confrontan al líder en este momento:
Resultados vs. Aprendizaje
Una situación como la que nos tocó vivir, por sus características tan particulares, es un escenario ideal de aprendizaje para el líder y su equipo. A su vez los resultados no esperan. El líder tiene que mediar entre un discurso relacionado con la necesidad de obtener resultados y un discurso enfocado a aprender de las experiencias actuales sacando lo mejor de la situación y fortaleciendo al equipo.
Exigencia vs. Paciencia para ejercer el liderazgo
A pesar de la incertidumbre que generó la pandemia, “la rueda sigue girando”. La necesidad de resultados es más apremiante que nunca y un escenario adverso tensa la situación confrontando al líder hacia un dilema complejo: ¿hasta dónde ser paciente? ¿Qué disculpas son aceptables y cuáles no en este momento?
Hablar vs. Escuchar
El discurso motivador no necesariamente funciona en situaciones tan atípicas como las actuales. Lo que antes energizaba al equipo ahora puede sonar a “evasión de la realidad”. El equipo en este momento necesita ser escuchado, las personas necesitan compartir sus inquietudes, dudas y propuestas. Por otro lado, nadie escucha al que no escucha. El líder que solo habla aleja, el líder que escucha es percibido como más cercano y genera mayor confianza ante los retos actuales.
Ejercer el liderazgo con motivación vs asertividad
Ante situaciones donde las organizaciones han tenido que tomar decisiones difíciles muchas veces el líder es vocero de “malas noticias”. En estas situaciones el equipo agradece un lenguaje asertivo donde se fundamente con argumentos sólidos y claros no un lenguaje condescendiente y evasivo. Motivar en la incertidumbre implica un nivel de sinceridad en la comunicación donde se hable lo que se tenga que hablar.
Imposición vs negociación
Los retos son diversos y los resultados apremian. A su vez el equipo pide concesiones diversas. La pandemia se convierte en “la disculpa perfecta” para evadir la responsabilidad de la obtención de resultados. El líder debe ser flexible y a su vez mantener el rumbo. Redefinir lo negociable y lo no negociable es más apremiante que nunca.
Directividad vs. Delegación:
En condiciones normales el nivel de directividad de un líder es relativamente alto y el nivel de delegación es variable dependiendo la madurez de los integrantes del equipo. En situaciones como la actual se invierte la ecuación, el líder debe abrirse a compartir con el equipo la responsabilidad de lograr los resultados permitiéndoles aportar una cuota mayor de iniciativa. Todos quieren ser parte de la solución, nadie quiere ser parte del problema de manera pasiva.
Reactividad vs. Planificación:
Situaciones atípicas implica generar estrategias atípicas para adaptarse y superar los retos actuales. Ante la incertidumbre los pronósticos y la planeación se hace cada vez más incierta. Más que mantener el rumbo el líder necesita navegar en mares tormentosos sin perder de vista los objetivos, adaptar las estrategias a un entorno cambiante y poco claro.
Comunicación Virtual vs. comunicación de alto contacto para ejercer un buen liderazgo:
La virtualidad ha cambiado muchos paradigmas relacionados con la comunicación. Aparentemente, la distancia aleja y dificulta las conversaciones. Esta situación exige que el líder compense esa distancia con una comunicación “de alto contacto” generando espacios para conversar a profundidad y no solo enfocarse en conversaciones de “acciones para generar resultados”.
Vulnerabilidad vs. Fortaleza
El líder debe ser la columna que sostiene al equipo en momentos difíciles, sin embargo, la situación actual también genera en el propio líder indecisiones, desmotivaciones, presión excesiva de su propia organización y temor ante la incertidumbre. El equipo en este momento no necesita un líder estilo “súper héroe” necesita un líder empático y congruente. En situaciones extremas un poco de vulnerabilidad donde el líder se muestre “humano” lo acerca más al equipo.
“Se vale hablar de lo que no hemos logrado, lo que no se vale es ir para el otro lado”
Ricardo Escobar Borrero
Miembro del consejo de EMCC Latam (Consejo Europeo de Coaching y Mentoring). Socio Fundador de HCN World. Director de Sg Talent Consulting. Coach ejecutivo con especialidad en Team Coaching. Ha certificado más de 1000 Team Coaches en 8 países de Latinoamérica.
Correspondencia con el autor: rescobar@sgtalentconsulting.com