En un chasquido la tendencia de espacios abiertos y colaborativos cambió. Un lugar seguro de trabajo es la demanda actual. Las empresas deben transformarse para garantizar la sana distancia y la interacción de los equipos, para evitar que el estrés o la falta de bienestar impacte en los números.
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ara nadie es un secreto que el COVID-19 llegó para transformarlo todo. Ahora sabemos que ya nada es igual ni lo será en el mediano o largo plazo. El mundo en todas sus estructuras sociales cambió. Las familias tuvieron que descubrirse, las empresas frenaron sus producciones, los restaurantes bajaron las cortinas, los amigos tuvieron que quedar en videollamadas y el trabajo encontró un espacio en la mesa de nuestros hogares, sala o cocina. 2020 es el año donde el mundo entero tuvo que reaccionar. Desde su inicio, muchos de nosotros debimos aislarnos voluntariamente. En decenas de países –principalmente los latinoamericanos– se estableció una forma de comportamiento que considerábamos ajena: la sana distancia. Esto en medio de una incertidumbre sobre el mañana: ¿cuándo y cómo volveríamos a las oficinas?, ¿qué riesgos enfrentaríamos?
Tales preguntas, con sus múltiples variables, crecieron tanto en los líderes de las empresas como en los cuerpos directivos que los acompañan. Había que cuidar los números, entender la llegada de este nuevo virus y reaccionar lo antes posible. Fue ahí cuando, además de pensar en el teletrabajo, se tenían que analizar los hábitos para sobrevivir.
La reconfiguración de los espacios, con el mix que implica el trabajo en casa y el regreso a los corporativos es un dilema que ponía nuevos cuestionamientos en el escritorio: ¿cómo garantizo que mis colaboradores mantengan su rendimiento en las oficinas?, ¿cómo impulso el trabajo en equipo?, ¿cómo incrementar la seguridad de nuestro capital humano en el regreso a sus casas?, ¿qué inversiones debo hacer?, ¿a quiénes me debo acercar? Con estas preguntas venían los mandatos de las autoridades sanitarias: la portación de mascarillas o caretas, los horarios escalonados, los tapetes sanitizantes, el acceso a gel desinfectante en áreas comunes, la revisión técnica de los aires acondicionados, y la ya inminente sana distancia entre nuestros miembros.
Aunado a todo esto viene la corresponsabilidad de los colaboradores, haciéndolos partícipes de que la transformación es mutua; que la apuesta empresarial también radica en que ellos mantengan los cuidados al traspasar las puertas de la compañía, porque desde la llegada de esta nueva realidad, la responsabilidad de cuidarnos es de ida y vuelta.
Como empresa debemos dar garantías a los profesionales que les permitan concentrarse en su día a día, sin pensar que un escritorio representa un riesgo, eliminando barreras que frenan su desarrollo. Insistimos siempre en un compromiso de ida y vuelta porque el COVID-19 es un factor que va más allá de las responsabilidades empresariales.
Así, la realidad corporativa está con el tiempo encima para la transición a esta nueva normalidad. Como decíamos, los espacios de trabajo ahora deben ser funcionales y, a la vez, su configuración debe brindar seguridad para todos. Esta inversión no planeada debemos considerarla a largo plazo, porque mientras no tengamos una vacuna la interacción de personas deberá ocurrir bajo los términos ya mencionados, con un distanciamiento racional y barreras que eviten la transmisión de partículas entre personas. Para ello es necesario tomar en cuenta la recomendación de profesionales que, bajo esquemas de análisis, innovación y diseño están siendo un brazo extendido de las áreas de Recursos Humanos quienes, con el apoyo de las áreas financieras, deben considerar cuál es el mejor camino para la reintegración de nuestras células de colaboración.
En este camino, recientemente PM Steele®, una marca mexicana líder en el desarrollo de muebles de oficina y estantería, anunció la creación de una línea emergente que busca cubrir las necesidades actuales del mundo empresarial, con la visión de cuidar a los equipos, colaborando con sus clientes y socios de negocio para encontrar alternativas y soluciones funcionales con los más estrictos niveles de calidad.
Con el nacimiento de Steele® COV, una innovadora solución que permite adaptarse a la nueva realidad recomendada por organismos nacionales e internacionales, se integran elementos diseñados para los ambientes colaborativos. Su objetivo es cuidar la distancia mínima de 1.5 metros entre personas, a través de la instalación de biombos y mamparas de acrílico, vidrio o plástico laminado que favorecen el distanciamiento dentro de los inmuebles y espacios abiertos. La transparencia de estos elementos se cuida a detalle, como un factor relevante para mantener la convivencia; adicional a que los materiales son seguros desde su instalación y para la interacción diaria.
La realidad corporativa está con el tiempo encima para la transición a esta nueva normalidad.
Esta capacidad de transformación en las empresas es el primer paso para comprometerse con ofrecer ambientes óptimos que garanticen el alto rendimiento de nuestro personal y, a la vez, los vuelva más productivos.
La entrada a la nueva normalidad es un caballo que va a toda velocidad en México y en el mundo, y los espacios de trabajo deben ser inteligentes. Acercarse con especialistas de mobiliario que están enfocados en ofrecer las mejores soluciones es primordial, porque las áreas de Recursos Humanos y cuerpos directivos deberán sensibilizar al talento sobre el uso y respeto de estas modificaciones, ya que adicional a la inversión que significan, el motivo de instaurarlos es el cuidado de todos y cada uno de los miembros de la organización.
Del mismo modo, como lo hacemos en una oficina, debemos revisar nuestros sistemas de almacenamiento para permitir una eficiencia operativa, así como un método que permita la organización funcional de mercancías, archivo muerto e incluso materia prima, aumentado la competitividad en la recepción y distribución dentro de un almacén. Siempre respetando el cuidado de los espacios y personas.
Debemos pensar que cada paso que demos en nuestra nueva cultura para prevenir y aminorar los riesgos sanitarios es una garantía de dos vías: estamos cuidando a nuestro elemento más importante, la gente; a la vez que impulsamos el sentido de pertenencia con empresas que están resguardando el bienestar de los colaboradores. En esta nueva normalidad seguiremos descubriendo e implementando herramientas que optimicen nuestro entorno. Es trabajo conjunto de todas las áreas aportar a una transformación que garantice que, en independencia de cualquier factor externo, tenemos el talento necesario para mantenernos a la vanguardia en espacios ideales que permitan fomentar la creatividad, la innovación y, por ende, el crecimiento de nuestras empresas.
Sin duda, los espacios de trabajo se vuelven más relevantes para impulsar nuevas formas de colaboración. Hace mucho dejamos de hablar de las oficinas como simples espacios de escritorios y, ante el reto que a todos tomó por sorpresa, serán una extensión de nuestro bienestar empresarial, profesional, personal y familiar.
Fundado en 1950, PM Steele® se especializa en el diseño y fabricación de soluciones de mobiliario para espacios de trabajo y sistemas de almacenaje. Ofrece soluciones integrales en diseño y funcionalidad, donde la imagen, tecnología y calidad hacen de cualquier área corporativa o de almacenaje, un espacio ideal.