Los peregrinos perdidos

Los peregrinos

Había una vez un hombre muy piadoso que se dirigía de Peregrinación a Samarkanda. Un día , después de arduas jornadas por monte y valles, de pronto descubrió que estaba totalmente perdido. En medio de la estepa rusa no había ningún punto de referencia que le indicara el camino correcto. Siguió caminando pero al darse cuenta que regresaba al mismo punto quedó totalmente frustrado. Cansado y hambriento decidió sentarse bajo la sombra del único árbol a la vista, para esperar a ver si alguien de la zona aparecía y le indicaba la dirección correcta.

Después de mucho esperar vio que alguien se acercaba. Gritando le hizo señas y el desconocido se acercó:

Buen hombre, soy un peregrino camino a Samarkanda, me encuentro totalmente perdido. ¿Puedes ayudarme diciéndome por donde debo continuar mi peregrinaje?

El caminante entre sorprendido y frustrado le respondió:

Buen hombre, yo también soy un peregrino que va a Samarkanda y, como tú, me encuentro perdido. Me alegra no estar solo en este paraje tan inhóspito. ¿Qué te parece si compartimos el pan y la sombra de este frondoso árbol mientras vemos que algún lugareño pase por acá y nos indique el camino correcto?

Los dos hombres empezaron a conversar para conocerse mejor. Se dieron cuenta que tenían muchas similitudes entre sí.

Ya caía la tarde cuando vieron a alguien que se acercaba. Corrieron hacia él y le expresaron su necesidad de saber el camino correcto. Con sorpresa vieron que el tercer hombre también era un peregrino que iba a Samarkanda y … ¡estaba igualmente perdido!

Cansados y cada vez más preocupados, pues empezaba a oscurecer, decidieron acompañarse para pasar la noche.

Compartieron los pocos alimentos que les quedaban y decidieron cantar para pasar el tiempo.

Cuando ya se disponían a dormir llegó un hombre muy joven atraído por los cantos.

Le expresaron su necesidad de saber para donde ir pero el joven les dijo que … ¡él también iba para Samarkanda y también estaba perdido!.

Los tres hombres se lamentaron de su mala suerte pero el joven, si perder la sonrisa, propuso lo siguiente:

¿Qué les parece si cada uno nos cuenta el camino que recorrió hasta acá y como en que momento se perdió? De pronto quien quita y en esas historias está la clave que nos permita saber hacia dónde dirigirnos.

No se sabe si los cuatro hombres ya llegaron a Samarkanda, lo que sí se sabe es que alguien los vio caminando juntos, muy animados, sonriendo y cantando, como buenos peregrinos en busca de la verdad.

Ricardo Escobar Borrero

Miembro del consejo de EMCC Latam (Consejo Europeo de Coaching y Mentoring). Socio Fundador de HCN World. Director de Sg Talent Consulting. Coach ejecutivo con especialidad en Team Coaching. Ha certificado más de 1000 Team Coaches en 8 países de Latinoamérica.

Correspondencia con el autor: rescobar@sgtalentconsulting.com

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