“Te felicito. Has llegado a este 31 de diciembre de 2023 en un estado de paz y alegría. Alcanzaste los propósitos que te fijaste hace un año, no sin dificultades, pero valió la pena el sacrificio y esfuerzo. Perseveraste en tu esperanza. Te admiro y te quiero. Recuerdo que tu primer reto era grande, …”
Todos los que hacemos planes quisiéramos escuchar o leer palabras similares al cabo de un año o cualquier periodo que nos fijemos.
A veces, no es posible alcanzar ciertas metas; sin embargo, en la mayoría de los casos se debe a la manera en la que encaramos. No ejercemos un control sobre lo que debemos hacer y no tomamos en cuenta los obstáculos más obvios.
Te voy a dar una sugerencia para ayudarte a obtener eso que deseas para el próximo 2023, basada en la Teoría de la Esperanza que desarrolló hace dos décadas el psicólogo C. R. Snyder, profesor de la Universidad de Kansas.
Un primer paso, es ponerte metas realmente importantes para ti. No tienen que ser enormes, sino realmente significativas. Si de verdad está en ti querer ser millonario y no tienes un peso, o si quieres ser psicólogo, y te falta la prepa, tienes que avanzar conforme a tus circunstancias actuales.
Una vez que descubriste o te fijaste dichas metas, tienes que fijar la ruta. En los ejemplos anteriores, ahorrar para tu primer emprendimiento o acabar la prepa en este 2023 podría ser una buena opción.
El tercer paso es creer en tu capacidad de lograrlo.
Como ya decíamos, muchas veces abandonamos nuestras metas porque no fijamos un método de control. Si quiero ser psicólogo, primero debo acabar la prepa lo cual lo puedo hacer en uno o dos años, y posteriormente la licenciatura en psicología que toma entre 4 y 5 años. Hay que ir paso a paso.
Cualquier objetivo realmente relevante tiene un camino similar. Quiero aprender a nadar, debo inscribirme a un club deportivo que ofrezca clases de natación; quiero sacarme la lotería, al menos debo comprar el cachito. ¿No?
Una Carta de Esperanza puede ser de gran utilidad para tus propósitos.
Escríbete a ti mismo una carta con mucho cariño. Féchala, en este caso, el 31 de diciembre de 2023 (u otra fecha que para tu propósito sea importante) y háblate en ella como si fueras tu mejor amigo, tu hijo o tu madre.
En ella te felicitarás por haber obtenido los resultados deseados con un lenguaje que valore lo mejor posible tu esfuerzo; y describirás a detalle los retos en enfrentaste.
¡Claro!, si hoy tienes una meta, sabes bien qué obstáculos se te pueden oponer y debes detallar (en tiempo pasado) cómo los superaste y a quién acudiste para obtener ayuda.
Es muy importante que en tu Carta de Esperanza describas las razones por las cuales cada una de tus metas o propósitos realmente valen la pena.
Cierra tu carta felicitándonte de nuevo y reconociendo tus fortalezas para lograr lo planeado.
Si bien el truco de la carta es que fijes la ruta que seguirás y que entiendas que hay obstáculos que debes sortear, también cumple con la finalidad de programar tu cerebro para que no se desanime ante cualquier imprevisto o la magnitud del esfuerzo.
Haz tu Carta de Esperanza, es una actividad de interiorización que te va ayudar a ser mejor de lo que ya eres. Te deseo lo mejor en este ejercicio y para todos estos años que vienen.