Vivimos una época en donde la calidad de vida es uno de los valores más cotizados en la fuerza laboral. La mezcla de generaciones y el ritmo de vida actual están redefiniendo los intereses dentro del entorno de trabajo, haciendo de este concepto un tema en el que confluyen las conversaciones.
Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), la calidad de vida en el trabajo se define como el estado de satisfacción que se tiene en relación con la vida laboral, con base en aspectos objetivos (bienes materiales, ambiente y condiciones de trabajo) y subjetivos (autopercepción, factores internos y emocionales) que influyen en la salud, dignidad y bienestar de los empleados y, por consiguiente, en su productividad, lealtad y compromiso con la organización.
Pero más allá, este concepto se ha vuelto primordial cuando se habla de la
Responsabilidad Social Corporativa y es que ha adquirido un alto valor entre los empleados, quienes entienden por calidad de vida profesional el correcto balance entre su tiempo en el trabajo y su vida personal, convirtiéndose en un parámetro fundamental a la hora de comprometerse con una organización.
Como consecuencia, se han modificado los esquemas laborales tradicionales hacia ambientes de trabajo flexibles, que respondan a las necesidades e intereses de los colaboradores y que fomenten la calidad de vida. Algunas de las iniciativas que las empresas pueden implementar para brindar el tan anhelado equilibrio vida-trabajo de sus empleados son: horarios de trabajo flexibles, cafetería de compensaciones y espacios colaborativos.
HORARIOS DE TRABAJO FLEXIBLES
Las organizaciones que los implementan presentan mayores niveles de retención de personal y un mejor balance de vida para sus colaboradores, además de un aumento en la productividad del 13% (Workplace Flexibility de World at Work).
Para todas las generaciones, aunque especialmente para la generación milenio, el trabajo implica, más que un intercambio transaccional, un medio para la autorrealización profesional y personal; éstos demandan espacios donde puedan tener la autonomía suficiente para autogestionarse mientras cumplan con sus objetivos. Ya no se habla de incentivos completamente económicos, sino políticas laborales basadas en la flexibilidad horaria.
Además, presenta una serie de beneficios muy interesantes, tanto para empresas como para trabajadores.
El colaborador obtiene una serie de mejoras profesionales y la compañía no tiene que incurrir en la partida de gastos. Está demostrado que a partir de un determinado nivel de ingresos el trabajador se siente más motivado con otro tipo de incentivos, siendo éste uno de los más apreciados.
CAFETERÍA DE COMPENSACIONES
Cuando se trata de definir salarios es importante pensar de manera creativa, hay que
diseñar una oferta que sea consistente con la estrategia del negocio, pero también con la expectativa del personal y que continúe promoviendo la calidad de vida del trabajador.
La forma más innovadora de lograrlo es a través de una cafetería de compensaciones —una innovación enfocada al cálculo de las compensaciones que se basa en el diseño de planes flexibles con la intención de satisfacer de manera individual a los empleados de acuerdo con sus características y necesidades particulares (trajes a la medida), logrando así una completa personalización—.
Este modelo implica el uso de diversas alternativas más allá del salario (comedor, apoyo para la vestimenta en el trabajo, seguro médico familiar, prestación de despensa, distribución de aguinaldo, vacaciones, uniformes, etc.), en aras de definir la combinación ideal que conforme una oferta atractiva para cada trabajador.
El objetivo es lograr el equilibrio perfecto para que, por un lado, la estrategia de compensación no aumente en exceso el gasto fijo de la organización y, por otro, que el empleado se sienta satisfecho con la retribución y compensaciones que le otorga la compañía por su trabajo; teniendo como resultado que se esfuerce más para continuar mejorando su desempeño y, por consiguiente, el de la organización.
ESPACIOS COLABORATIVOS
Una oficina con espacios abiertos facilita la comunicación y el trabajo en equipo.
Se trata de espacios sin obstáculos, en los que no debe haber barreras que dificulten el trabajo en equipos conformados por múltiples áreas, donde se busca posibilitar el acercamiento, los acuerdos y la comunicación.
Estos espacios tienden a desaparecer las barreras jerárquicas, las relaciones se vuelven más horizontales y las decisiones se hacen más inmediatas. Se disminuye el número de reuniones formales debido a que muchas cuestiones se solucionan en reuniones espontáneas y se reduce el envío de mails a nivel interno al producirse mayor contacto personal, facilitando así el desempeño diario.
Los colaboradores no hacen sólo una tarea, el trabajo los lleva a cambiar con frecuencia entre una y otra; algunas requiriendo labores individuales, para las cuales será necesaria la concentración; otras le llevarán a reunirse con un compañero para realizar trabajo en equipo.
Todo esto requiere contar, no sólo con la capacidad y flexibilidad del trabajador, sino también con las herramientas y los espacios apropiados para poder desarrollar todas las actividades requeridas.
Un espacio abierto y colaborativo ayuda a maximizar los recursos de una empresa; el aumento de trabajo remoto gracias a las herramientas tecnológicas, las reuniones fuera de la oficina y los viajes, hacen que las oficinas estén vacías en determinados momentos.
El intercambio de conocimiento, estrategias y experiencia es mucho más fácil en relación con el desempeño, lo que propicia la colaboración y a que los empleados se pongan la camiseta de la empresa.
Esta colaboración también favorece la confianza entre los equipos y fomenta un ambiente para la creatividad y la innovación.
EN RESUMEN
Para encontrar el equilibrio perfecto entre las necesidades del personal y los beneficios de las organizaciones, muchas empresas están considerando las ventajas de aplicar modelos como los mencionados anteriormente.
El reto es lograr un aumento en el ingreso del bolsillo del personal sin comprometer el presupuesto de la empresa, a la vez que se logra balancear la calidad de vida. Al final, el negocio también gana, ya que consigue mayor motivación, satisfacción en el trabajo y compromiso organizacional.
Pablo Habichayn Polloni es Director de Recursos Humanos de Edenred México. Tiene diplomados en Sistemas de Comercio Electrónico y Dirección de Recursos Humanos por el Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Edenred fue fundada en 1981. Se especializa en crear y gestionar soluciones que mejoren la eficacia de las organizaciones y el poder adquisitivo de las personas.
