Las investigaciones acerca del impacto de la cultura en los individuos han permitido tener una mayor comprensión de las creencias, suposiciones y experiencias que los miembros de un grupo tienen, la forma en la cual están organizadas y han sido desarrolladas lógicamente; lo que permite estructurarlas en teorías y poder basarnos en ellas para aplicarlas a nuestros procesos de Recursos Humanos.
Para tener una comprensión clara del desarrollo de los individuos de una manera integral y con ello evaluar ciertas características como podrían ser sus valores y comportamientos, se requiere tomar en cuenta sus antecedentes bio -psico – socio culturales y entender la cultura de la cual provienen para poder ser más asertivos en el análisis.
La cultura en general puede verse como la condensación de todos los aspectos que forman parte del aprendizaje de los individuos de la sociedad, las costumbres que configuran la tradición de cada grupo y las concepciones de los individuos acerca del qué y cómo de ésta; en forma de premisas.
Por otra parte, existen dos aspectos importantes: el elemento objetivo referente a aspectos plenamente observables como costumbres, hábitos o bien en su defecto tendencias de la moda en el vestir, los edificios, forma de alimentación, entre otras; por otra parte, lo subjetivo tiene que ver con las creencias, percepciones, categorizaciones, valores y actitudes de cada cultura sobre los eventos u objetos que pueden influir sobre ella. Estos elementos son necesarios para el entendimiento que tiene cada persona (y sociedad) de sus valores, comportamientos y por ende de la honestidad.
El estudio de la personalidad dentro del área laboral es sumamente importante, puede determinar el éxito profesional individual y el éxito de la empresa. Cuando en esta área se quiere hacer un proceso de selección, evaluación o clasificación de personal a partir de su personalidad, siempre se debe tener claro si se está trabajando sobre rasgos (comportamiento caracterológico que tiene fuerte base biológica y difícilmente se modifica) o estados (comportamiento dentro de un contexto particular y que puede ser constante cambiante de situación a situación). Además, estos dos aspectos están envueltos en una esfera llamada cultura, don-de se ven involucradas una serie de variables que se deben valorar al momento de seleccionar a un colaborador.
En psicología, los estudios se han interesado en identificar los elementos socio culturales que influyen en el comportamiento de los individuos y en el desarrollo de su personalidad. Se encuentran principalmente basados en la hipótesis de que los procesos de aprendizaje y desarrollo personal suceden mientras los seres son parte de un grupo cultural y se ven influídos directamente por las creencias, normas y valores durante los procesos de socialización. (ver gráfico) Cada componente se verá reflejado en la conducta de los individuos, identificando las peculiaridades de cada uno de los grupos a los que puede pertenecer.
Es importante considerar que la conducta es producto del desarrollo de cada persona en el contexto particular en el cual se desenvuelve.
Una de las características que surge al analizar al mexicano es su propensión a los grupos. Es con base en esto que en culturas colectivistas, el comportamiento estará dirigido a satisfacer al grupo (caer bien, agradar al otro, servir antes que ser servido; lo que es necesario entender al momento de evaluar personal), mientras que en culturas individualistas se reconocerá el logro personal y la independencia (lo más importante no es que el otro esté contento, lo que en verdad importa es que yo esté contento).
Si bien estas dos características son generales en culturas, es factible que en un nivel personal existan individuos altamente competitivos e individualistas en culturas colectivistas, así como personas altamente altruistas, colaboradoras y serviciales en culturas individualistas; sin embargo, los instrumentos que se seleccionen para evaluar, tienen que contemplar estos elementos para ser altamente eficaces en la cultura mexicana.
Considerando que a nivel general el colectivismo es parte de la impronta cultural mexicana, en el ámbito laboral se conjuga otra variable: sociedades verticales y horizontales. La sociedad horizontal es una sociedad donde sus integrantes se ven como iguales; mientras que en sociedades verticales, sus miembros, de acuerdo con los estatutos de superioridad consensuados, tenderán a verse como superiores o subordinados.
En el país se tiende a hacer clasificaciones jerárquicas, por lo que en el ámbito laboral sucede de la misma manera, de ahí que el comportamiento en términos de valores tiene connotaciones específicas que cualquier instrumento de evaluación que se aplique deberá contemplarlo.
El ambiente promueve patrones de pensamiento que son acordes a un grupo y se relacionan con conductas que serán aceptables. Así, para evaluar cómo la cultura determina los patrones de conducta honesta de los individuos debemos investigar cuáles son los valores subyacentes y las creencias asociadas que guían a los individuos. Al utilizar herramientas de medición de honestidad, deben contemplar valores, factores sociales y culturales inherentes a la sociedad en donde serán aplicados.
Al analizar los aspectos científicos relevantes para evaluar la honestidad como una tendencia del comportamiento, se consideran importantes las variables de lealtad, la mentira, el robo y la corrupción, que varían de una cultura a otra en cuanto a su percepción. En todas en común, tienden a contemplarlas como elementos indispensables para generar confianza en una persona.
Lo importante radica en que cada uno de estos elementos sean evaluados acorde a la cultura en la que el individuo se desenvuelve y se desarrolla.
Al momento de seleccionar nuestros filtros de reclutamiento, debemos asegurarnos de que el factor cultural de nuestro país sea tomado en cuenta para la ponderación de los resultados, de lo contrario corremos el riesgo de obtener una alta tasa de rechazo. Entrevistas, evaluaciones psicométricas y de honestidad acordes a nuestra realidad nos darán una mejor calidad durante nuestro proceso de atracción de talento.