Hablemos de innovación, la cual se puede dar de diferentes formas: desde crear alguna tecnología nueva aplicable al negocio, una nueva forma de usar algo, crear una nueva experiencia o una nueva forma de hacer negocios, por ejemplo, colocando a las mujeres en puestos de la alta dirección de las empresas.
Esta idea no es nueva en el ámbito laboral, sin embargo, lo innovador son las maneras de hacer negocio y los resultados que obtienen las empresas al colocar a mujeres en puestos de liderazgo, ya que son pocas las empresas que buscan la equidad de género en sus corporaciones, especialmente en los puestos de alta dirección, como lo muestra un estudio de Mercer: en 2014 sólo 12% de los ejecutivos de organizaciones en América Latina eran mujeres. Sin embargo, las investigaciones sugieren que el futuro es promisorio y que este porcentaje ascenderá a un 39% para 2019, y sobrepasará el 50% para 2024.
Esto representa un crecimiento importante, ya que a nivel global no se anticipa gran variación en cuanto a la reducción de la brecha de género en la próxima década.
“El crecimiento en Latinoamérica resulta particularmente interesante ya que la región históricamente ha estado rezagada en lo que se refiere a igualdad de género, y las mujeres están subrepresentadas en posiciones de alta gerencia y directivas”, afirma Claudia Prado, presidenta para América Latina de la firma global de servicios legales Baker McKenzie. La especialista comparte el panorama de equidad en México.
De acuerdo con los datos del Banco Mundial, las mujeres representan el 40% de la fuerza laboral en trabajos distintos a la agricultura. Por su parte, el Foro Económico Mundial publicó un estudio que muestra que un 15% de las firmas analizadas en México para 2014 cuentan con mujeres en sus roles gerenciales, pero tan sólo un 7% ocupa puestos en los comités ejecutivos.
Otro ejemplo lo vemos en un estudio de la consultora McKinsey & Company, el cual encontró que las compañías en Latinoamérica que tienen al menos 30% de su alta dirección conformado por mujeres son en promedio un 5% más rentables. Incluso, el Global Leadership Forecast 2014-2015, de la consultora Development Dimensions, señala que el 20% de las organizaciones con mejores resultados financieros tienen a mujeres en posiciones de liderazgo.
Aunque hay otros factores que pueden conducir a ese aumento en la rentabilidad, pareciera que una dirección diversa pudiera tomar mejor sus decisiones. Para algunos líderes empresariales, derribar las barreras a la igualdad de género puede abrir nuevas oportunidades.
En la encuesta de 2016 The Future of Jobs del Foro Económico Mundial, los líderes empresariales informaron que abordar los problemas de equidad de género en sus fuerzas laborales era benéfico para ellos ya que podrían ajustarse de mejor forma a la cambiante composición de género de su base de clientes, y mejorar tanto la toma de decisiones corporativas, como la innovación.
La expansión a largo plazo de las oportunidades para las mujeres puede transformar positivamente el desempeño de la empresa. Esto es particularmente crítico ahora, debido a las transformaciones tecnológicas que están impactando los modelos de negocios; la diversidad será esencial para fomentar la innovación y gestionar el cambio.
La diversidad fomenta la innovación al eliminar la unidad de criterios, genera una mezcla de talentos y calidad, provocando que las personas se involucren, lo cual termina por incrementar la productividad y por ende la rentabilidad de la empresa. El liderazgo de las mujeres y su participación económica están relacionadas, el compromiso de las mujeres fomenta una mayor credibilidad para las instituciones, como lo señala el análisis
de 2014 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos Mujeres, gobierno y formulación de políticas en los países de la OCDE. Aunque se hayan visto avances en América Latina en la reducción de la brecha de género durante las últimas dos
décadas, especialmente impulsados por compañías multinacionales que se muestran abiertas e interesadas en implementar prácticas que fomentan el avance profesional de las mujeres, todavía existen áreas con grandes oportunidades de crecimiento; la más significativa y ya antes mencionada, la representación femenina en posiciones directivas.
Las empresas pueden adoptar varios enfoques para comprometerse con acciones de incorporar las mejores prácticas y ampliar iniciativas fuertes, como se describe en el informe de 2017 del Foro Económico Mundial Acelerando la Paridad de Género: un conjunto de herramientas. Las empresas pueden comprometerse a la acción obteniendo un alto nivel de aceptación, comunicando claramente los fundamentos de la equidad de género, entendiendo las brechas de género propias de una empresa, reconociendo el sesgo y estableciendo objetivos para medir el cambio.
Para incorporar las mejores prácticas que abordan la brecha salarial se puede establecer una evolución de las evaluaciones de desempeño, tener la determinación para implementar una estrategia de reclutamiento enfocada en el talento de las mujeres que lleve a las empresas no sólo a obtener los mejores resultados, sino a innovar en la forma de la resolución de problemas y mejorar las áreas de oportunidad tanto para sus colaboradores como para sus clientes; eliminar el acoso sexual y capacitar a la alta dirección para dirigir equipos con equidad de género.
Otros enfoques efectivos apoyan el equilibrio entre el trabajo y la vida privada, al hacer flexible la política de permisos para que las mujeres puedan incluso realizar tareas del hogar a la par de sus trabajos profesionales. Los programas para promover la igualdad de género a veces pueden hacer sentir a los hombres excluidos. Así que es sumamente importante incluir al sexo masculino en la conversación y en las decisiones. Los líderes de las empresas deberían tratar de considerar nuevas políticas y programas desde una perspectiva de género, a fin de garantizar un progreso constante.
Si bien algunas prácticas en el lugar de trabajo pueden requerir un esfuerzo proactivo en el corto plazo, la posterior expansión a largo plazo de las oportunidades para las mujeres puede transformar positivamente el desempeño de la empresa. La igualdad de género se logrará cuando ambos sexos puedan acceder y disfrutar de las mismas recompensas, recursos y oportunidades.
En América Latina lo mejor está por venir en cuestión de equidad de género en los altos mandos corporativos, aunque es probable que la creación esperada de empleo cambie debido a un cambio disruptivo en los modelos de negocio entre 2017 y 2022, y se amplifique la dinámica actual de la brecha de género.
Existe una clara oportunidad para construir redes sólidas para las mujeres dentro de las industrias, en particular las relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. En
Prowork estamos fuertemente comprometidos con la diversidad, es algo que vivimos en nuestro día a día y lo fomentamos constantemente, ya que nuestra alta dirección está compuesta en un 75% por mujeres calificadas, porque sabemos que tiene un gran impacto en los resultados positivos de la empresa, que va a contribuir al éxito de todos. Empoderar a las mujeres en los negocios no es sólo un tema de derechos, también es cuestión de negocios.
Mariel Cruz Gracia
Directora General, Prowork